jueves, 27 de mayo de 2010

ENTREVISTA EN LA VOZ DE ALMERIA AL PRIMER USUARIO DE NUESTRO CENTRO

Francisco Orta, Primer usuario de la Asociación Nuevo Rumbo.
Fue el primer usuario del Centro.
Respuesta. Sí, el primero. Llegué antes de que se construyera el Centro.
Háblame de los comienzos.
Respuesta. Pues yo era muy jovencito y tenía adicción a la heroína. Entonces, un travesti de mi barrio me dijo que había un hombre, Maximiliano Cabañas, que ya no vive y una monja Sor Dolores, que podrían ayudarme. Ellos se encargaban de buscar Centros para toxicómanos que atendieran a quién lo necesitaba, pero no me encontraron ninguno. Entonces, Maxi me abrió las puertas de su casa, estuve conviviendo con él y me ayudó mucho.
Y la historia sigue....
Respuesta. Claro que sigue... estuve conviviendo con él hasta que un seños nos dijo que el alcalde de Níjar nos podría ceder un terreno. Fuimos a hablar con él y le explicamos mi problema, y el problema que había en Almería, ya que no existía ningún Centro para ayudar a rehabilitar a los toxicómanos. Entonces, nos cedió el terreno.
Y allí construyeron el Centro.
R.Estuvimos hablando con el Gobernador Civil y dijo que nos cedería unas casas prefabricadas para empezar, pero tuvimos la mala suerte de que hubo un corrimeinto de tierra en Málaga y las cedieron allí.
Y que hicieron?
R.Decidimos rehabilitar un cementerio que había sin utilizar y allí comenzamos a convivir. Primero nosotros dos solos, con la ayuda siempre de Sor Dolores.
¿Dónde dormían?
R. Pues hasta poder construir el Centro dormíamos en una capilla que había allí abandonada. Aunque los inicios fueron duros por el rechazo del pueblo.
Les daba miedo tener un Centro de Toxicómanos cerca.
R. Claro y yo lo comprendo, pero pronto las cosas cambiaron.
¿Cómo?
R. Nos lo fuimos ganando, conviviendo con ellos a través de actividades. Hicimos un curso del INEM de trastoristas e invitamos a gente del pueblo. También nos ofrecimos a ayudarles a trabajos de invernaderos.
Y todo cambió.
R. Si y llegaron otros usuarios, vino un chico de San Sebastián y otro de El Ejido. Sor Dolores con un Seat 600 nos traía la comida del Hospital Provincial. Y ella y Maxi convencían a empresas para que nos cedieran ladrillos, cemento, no teníamos agua, ni luz.
Y pusieron en marcha el Centro.
R. Si, con nuestras manos desde los cimientos, a pico y pala. Entonces también conseguimos dos invernaderos. Y fueron llegando los frutos de los invernaderos, conseguimos comprar un coche 4L, y después ya una furgoneta, todo poco a poco.
¿Cuánto tardó en levantarse?
R.Pues es que se levantó muy poco a poco. Si llegaba un nuevo usuario que era pintor, pues ayudaba, otro albañil, pues igual y así.
Ahora el día a día es distinto.
R. Si que lo es, ahora hay unos treinta usuarios y todo el trabajo ya encaminado a apoyarles, a ayudarles, a que salgan de la droga. Yo he conseguido salir, aunque he tenido alguna recaída. Ahora, incluso, he dejado el tabaco.

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